A sólo setecientos años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario, una estrella como el Sol está muriendo.
En sus últimos miles de años ha producido la Nebulosa de la Hélice, un ejemplo cercano y bien estudiado de nebulosa planetaria, típica de esta fase final de evolución estelar.
Se han invertido un total de 10 horas de exposición para crear esta notablemente profunda vista de la nebulosa.
Muestra detalles de la región interior más brillante de la Hélice, de alrededor de 3 años luz, pero también sigue las características más débiles del halo exterior que dan a la nebulosa una extensión de más de seis años luz.
El punto blanco en el centro de la Hélice es la caliente estrella central de esta nebulosa planetaria.
Ahora se sabe que la Hélice, aunque parece una nebulosa aparentemente simple a primera vista, tiene sorprendentemente una geometría compleja.