Como parte de la misión STS-76 en 1996, la nave orbital Atlantis debía acoplarse a la a la Mir. Durante la maniobra de aproximación, sus astronautas tomaron esta imagen casi surrealista de la estación espacial rusa. Con sus delgadas antenas y sus paneles solares, la Mir tiene la apariencia de un insecto fantástico flotando a 350 kilómetros sobre la vertical de la Isla Sur y la ciudad de Nelson, cerca del estrecho de Cook en Nueva Zelanda.
Esta semana se cumplen veinte años del lanzamiento de la Mir. Su función, hasta agosto de 1999, fue la de ser una estación orbital con una presencia ininterrumpida de tripulantes. En este espacio de tiempo, la Mir acogió a más de un centenar de astronautas de (entre otros países) Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Japón, Austria, Kazajistán, o Eslovaquia. La existencia de la Mir terminó en marzo 2001, cuando se la hizo caer de su órbita.