Una nebulosa de polvo de ángel
La luz combinada de las estrellas de la Vía Láctea es reflejada por estas nubes de polvo cósmico que se...
Este campo de 4 grados de amplitud centrado en la estrella polar, Polaris, cubre parte de un complejo de nubes de polvo difusas y relativamente poco familiares que se encuentran muy por encima del plano de nuestra galaxia la Vía Láctea.
Este cirro galáctico y polvoriento refleja la luz combinada de las estrellas de la Vía Láctea, teniendo esta luz reflejada el mismo tono azul característico de las más conocidas nebulosas de reflexión.
Pero esta imagen de color profundo también registra una débil luminiscencia rojiza producida por los granos de polvo al convertir la invisible radiación estelar ultravioleta en luz visible roja.
Se cree que este tenue fulgor cósmico, denominado emisión roja extendida, lo producen moléculas orgánicas complejas conocidas como PAH (hidrocarburos policíclicos aromáticos), constituyentes habituales del polvo interestelar.
En el planeta Tierra, los PAH se encuentran en abundancia en los hollines producto de combustiones.