Cuando un meteorito golpea la Luna, la energía del impacto derrite a algunas de las rocas, una fracción se podría enfriar y gormar pequeñísimas cuentas de vidrio.
Muchas de esas cuentas de vidrio presentes en las muestras de tierra lunar llegaron a la Tierra con las misiones Apollo.
Esta fotografía muestra una de tales esférulas de vidrio y ella mide sólo un cuarto de milímetro.
Esta esférula es particularmente interesante, porque fue víctima del más pequeño impacto. Un cráter en miniatura es visible en la parte superior izquierda, rodeado de un área fragmentada por las ondas de choque del pequeño impacto. Datando mucho de esos impactos, algunos astrónomos estiman que la formación de cráteres en nuestra Luna apenas se ha incrementado en 500 millones de años y que aún hoy continúa.