Esta minúscula bola proporciona evidencia de que el universo se expandirá para siempre. Con un tamaño ligeramente superior a una décima de milímetro, la bola se mueve hacia una placa lisa en respuesta a fluctuaciones de energía en el vacío del espacio.
A esta atracción se la conoce como el Efecto Casimir, en honor a su discubridor quien, hace 50 años, estaba intentando entender por qué los fluidos como la mayonesa se mueven tan lentamente.
Ahora se acumulan evidencias de que la mayoría de la densidad de energía del universo está en una forma desconocida etiquetada como energía oscura.
La forma y génesis de la energía oscura son casi completamente desconocidas, pero se postula que esté relacionada con las fluctuaciones del vacío de forma similar al efecto Casimir pero generada de alguna manera por el propio espacio.
Esta vasta y misteriosa energía oscura parece repeler gravitacionalmente a toda la materia y de ahí la causa probable de que el universo se expanda para siempre.
La comprensión de las fluctuaciones del vacío está en la vanguardia de la investigación no sólo para entender mejor nuestro universo sino también para evitar que las partes de máquinas micromecánicas se peguen unas a otras.