Imagínate una tubería tan ancha como un estado y tan larga como la mitad de la Tierra. Ahora imagina que esta tubería está llena de gas caliente en movimiento, a 50.000 kilómetros por hora. Aún más; imagina que que la tubería no está hecha de metal, sino de un campo magnético transparente. Estás visionando una de las miles de recientes espículas de la actividad solar. En la imagen de arriba puede verse la imagen con la resolución quizás más alta jamás lograda de estos misteriosos tubos de flujo solar. Las espículas salpican la instantánea de arriba de la región solar activa 10380, que cruzó por el Sol en Junio, y se hace particularmente evidente en la alfombra de tubos oscuros de la derecha. Algunas secuencias de imágenes a intervalos de tiempo han revelado hace poco que las espículas duran unos cinco minutos, comenzando como tubos de gran altura que elevan rápidamente el gas, y que se desvanecen cuando el gas alcanza su máxima altura y cae de nuevo hacia el Sol. Estas imágenes también indican por primera vez que la causa última de las espículas son unas ondas, similares a las de sonido, que fluyen por la superficie del Sol y traspasan la atmósfera solar.