Un espectro en el Velo oriental
Las formas espantosas y las caras aterradoras son una señal de la temporada de Halloween. También se manifiestan en este primer plano de...
Dar caza al breve destello de un meteoro cruzando el cielo con un telescopio realmente grande es una tarea casi imposible.
Pero el 12 de mayo de 2002, unos astrónomos tuvieron suerte, ya que un meteoro brillante pasó por casualidad por delante de la estrecha ranura de su espectrógrafo situado en el Observatorio Paranal.
En aquél momento se estaba usando el espectrógrafo para estudiar la luz de una supernova, separando y registrando las muchas líneas espectrales de emisión en el infrarrojo cercano producidas por los átomos de una explosión estelar distante.
Bajo este montaje artístico de la traza de un meteoro y las unidades del Very Large Telescope en Paranal, un panel muestra los espectros combinados en el infrarrojo cercano del cielo de fondo y el meteoro del 12 de mayo.
El panel b muestra el espectro de emisión del meteoro en solitario, tras restarle las contribuciones del fondo.
La emisión del meteoro se debe a la colisión de átomos de oxígeno y nitrógeno y de moléculas en el aire supercalentado a lo largo del rastro brillante a una altitude de unos 100 kilómetros.