La primera nave espacial estadounidense fue el Explorer 1. El satélite, en forma de cilindro y con catorce kilos de peso, fue lanzado (arriba) como cuarta etapa de un cohete Jupiter-C (un misil balístico Redstone del ejército de los EE. UU. modificado) y alcanzó la órbita el 31 de enero de 1958. El Explorer I llevaba instrumentos para la medición de temperaturas internas y externas, impactos de micrometeoritos y para llevar a cabo un experimento ideado por James A. Van Allen con el que medir la densidad de electrones e iones en el espacio. Las mediciones obtenidas durante el experimento de Van Allen llevaron a un descubrimiento sorprendente: la existencia de un cinturón circundando la Tierra formado por electrones e iones cargados atrapados en la magnetosfera, ahora se conocido como cinturón de Van Allen. El Explorer I dejó de transmitir el 28 de febrero de aquel mismo año, aunque permaneció en órbita hasta marzo de 1970.