Las rocas del espacio golpean la Tierra todos los días. Sin embargo, cuanto más grande es la roca, con menos frecuencia se golpea la Tierra. Muchos kilogramos de polvo espacial caen a la Tierra a diario; los trozos más grandes aparecen inicialmente como un meteoro brillante. Rocas del tamaño de una pelota de béisbol y bolas de hielo atraviesan nuestra atmósfera a diario, la mayoría se evapora rápidamente hasta convertirse en nada. Existen amenazas significativas para rocas de cerca de 100 metros de diámetro, que golpean la Tierra aproximadamente cada 1000 años. Un objeto de este tamaño podría causar tsunamis significativos si golpeara un océano, potencialmente devastando incluso costas distantes. Una colisión con un asteroide masivo, de más de 1 km de diámetro, es más rara, ocurre típicamente con millones de años de diferencia, pero podría tener consecuencias verdaderamente globales. Muchos asteroides permanecen sin descubrir. En la imagen presentada, uno de esos asteroides, que se muestra por la larga raya azul, fue encontrado por casualidad en 1998 por el Telescopio Espacial Hubble. Una colisión con un asteroide grande no afectaría la órbita de la Tierra tanto como levantaría polvo que haría afectar el clima de la Tierra. Un resultado probable es una extinción global de muchas especies de vida, posiblemente empequeñeciendo la extinción en curso que ocurre ahora.