Una onda de choque de un gran tsunami solar
No hay tsunamis de esta medida en la Tierra. En 2006, una gran llamarada solar procedente de una mancha del tamaño...
El 24 de Septiembre de 1997, una onda de choque estremeció la superficie solar, a una velocidad de 250 a 600 kilómetros por segundo. En el planeta Tierra, el observador Barry Reynolds fotografió el frente de la onda expansiva (recuadro izquierdo), utilizando la luz emitida por los átomos de hidrógeno en la superficie solar. Su imagen-descubrimiento fue elegantemente confirmada por una imagen, en ultravioleta lejano, hecha desde el espacio, de una onda que choca contra la atmósfera superior del Sol, tal como la registró el observatorio satelital SOHO (recuadro derecho). En las dos fotografías se ve una refulgente llamarada solar cerca del centro del semicírculo característico del frente de una onda de choque. El frente (de la onda) de choque es oscuro en la fotografía hecha a nivel del suelo y brillante en la imagen ultravioleta. Se cree que estos frentes son los trazadores de una alteración tridimensional causada por una llamarada solar, pero los investigadores no están seguros del mecanismo físico exacto que los produce. Se sabe que las llamaradas solares, junto con otros eventos violentos, llamados eyecciones de masa coronales, generan corrientes de partículas energéticas que pueden afectar la magnetósfera de la Tierra y los satélites que la orbitan.