Las estrellas masivas de la Vía Láctea viven unas vidas espectaculares. Los hornos de sus núcleos, por el colapso de enormes nubes cósmicas, se encienden y crean elementos pesados. Después de unos millones de años, el material enriquecido es expulsado de nuevo al espacio interestelar donde la formación de estrellas puede volver a empezar. La nube de residuos en expansión conocida como Cassiopeia A es un ejemplo de esta fase final del ciclo de la vida estelar. La luz procedente de la explosión que creó este remanente de supernova se debía ver por primera vez en el firmamento de la Tierra hace unos 350 años, aunque tardó unos 11.000 años para llegar a nosotros.
Esta imagen en falsos colores del observatorio Chandra de rayos X muestra los filamentos aún calientes y los nudos del remanente de Cassiopeia A. La emisión de alta energía de elementos específicos se ha codificado con colores -el silicio en rojo, el azufre en amarillo, el calcio en verde y el hierro en púrpura- para ayudar a los astrónomos a explorar el reciclaje del material estelar de nuestra galaxia. La ola de la explosión, que aún se está expandiendo, es el anillo exterior azul. Esta nítida imagen de rayos X abarca unos 30 años luz a la distancia estimada de Cassiopeia A. La mancha brillante que hay cerca del centro es una estrella de neutrones, es decir, los restos colapsadas y increíblemente densas del masivo núcleo estrella instalar.