¿Es esto lo que se convertirá en nuestro Sol? Posiblemente. La primera pista del futuro de nuestro Sol fue descubierta accidentalmente en 1764. En ese momento, Charles Messier estaba compilando una lista de objetos difusos que no debían confundirse con cometas. El 27.º objeto en la lista de Messier, ahora conocido como M27 o la Nebulosa de la Mancuerna, es una nebulosa planetaria, una de las nebulosas planetarias más brillantes del cielo y visible con prismáticos hacia la constelación del Zorro (Vulpecula). La luz tarda aproximadamente 1000 años en alcanzarnos desde M27, presentada aquí en colores emitidos por azufre (rojo), hidrógeno (verde) y oxígeno (azul). Ahora sabemos que en aproximadamente 6 mil millones de años, nuestro Sol expulsará sus gases exteriores en una nebulosa planetaria como M27, mientras que su centro restante se convertirá en una estrella enana blanca caliente de rayos X. Sin embargo, entender la física y la importancia de M27 estaba muy más allá de la ciencia del siglo XVIII. Incluso hoy, muchas cosas siguen siendo misteriosas sobre nebulosas planetarias, incluyendo cómo se crean sus intrincadas formas.