Este bosque de penitentes de hielo y de nieve refleja la luz de la Luna que brilla sobre la meseta de Chajnantor. La región se encuentra en los Andes chilenos a una altitud de 5.000 metros, no muy lejos de uno de los principales observatorios astronómicos del planeta Tierra, el Atacama Large Millimeter / Submillimeter Array .
Hasta varios metros de altura, las formas aplanadas y afiladas, así como la orientación de los penitentes, tienden a minimizar las sombras durante el mediodía local. En la atmósfera fría, seca y delgada, la sublimación provocada por la luz solar es importante para la creación de estas formas. La sublimación, o sea, el paso directo de estado sólido a gaseoso, también da forma a otros terrenos del Sistema Solar como las superficies heladas de los cometas y los casquetes polares de Marte.
Sobre este paisaje de ensueño se extiende el cielo nocturno austral donde se puede localizar otras formas, en este caso arraigadas en la mitología, como las constelaciones de Pegasus, de Andromeda y de Perseus (cerca del borde izquierdo), las estrellas brillantes y coloridas de Orion el cazador (cerca del centro) y la Gran Nube de Magallanes y el polo Sur Celeste (en el extremo derecho).