Frederic Church (1826-1900), pintor paisajista estadounidense de la escuela Hudson River, pintaba lo que veía en la naturaleza. Y el 20 de julio de 1860 vio una espectacular fila de meteoros de fuego cruzar el cielo nocturno de Catskill, una extremadamente rara procesión de meteoros rasantes de la Tierra.
Desde la ciudad de New York, el poeta Walt Whitman (1819-1892) también escribió sobre la «… extraña y enorme procesión de meteoros, deslumbrante y nítida, disparados sobre nuestras cabezas» en su poema Año de Meteoros (1859-60).
Pero la inspiración de las palabras de Whitman fue olvidada.
Su referencia astronómica se convirtió en un misterio, materia de debate erudito hasta que los físicos Donald Olson y Russell Doescher de la Texas State University, la profesora de inglés Marilynn Olson y la estudiante de Programa Avanzado Ava Pope, localizaron informes que documentaban la fecha y la hora de la espectacular procesión de meteoros.
El gran paso adelante fue descubrir la conexión con el relativamente conocido cuadro de Church.
De manera adecuada, el trabajo del equipo astronómico forense acaba de publicarse, en el 150 aniversario del evento cósmico que inspiró tanto al poeta como al pintor.