Una franja de la Vía Láctea
La mayoría de las estrellas más brillantes de nuestra galaxia, la Vía Láctea , residen en un disco., ,Como nuestro Sol también...
El disco de nuestra Vía Láctea es el hogar de calientes nebulosas, frío polvo, y miles de millones de estrellas.
Este disco puede verse desde cualquier sitio oscuro en La Tierra como una franja de luz difusa atravesando el cielo. Esta franja cruza llamativamente el cielo, en la primera de la serie de exposiciones de amplio campo del cielo, desde Chile.
La profundidad de las exposiciones también revela una vasta red de complejos filamentos de polvo.
El polvo es tan abundante que oscurece el centro de nuestra galaxia en luz visible, ocultando su auténtico emplazamiento, hasta que se descubre por otros medios a comienzos del siglo pasado.
El Centro Galáctico, sin embargo, es visible arriba como la parte más ancha del disco. El brillo difuso proviene de miles de millones de estrellas tan viejas y débiles como nuestro Sol, que se distingue por ser más viejo que el polvo o cualesquiera de las nebulosas. Una área especialmente sombría es la Nebulosa Pipa, visible sobre el centro galáctico.
El polvo oscuro no es la materia oscura que predomina en nuestra galaxia — esa materia oscura queda todavía por descubrir.