En la Nebulosa Trífida se unen una belleza inexplicable y una fantasía inimaginable. Esta fotogénica nebulosa, también denominada M20, puede verse con unos buenos prismáticos en la constelación de Sagitario. Los procesos energéticos de formación estelar crean no sólo los colores, sino también el caos. El brillo rojo proviene de la luz estelar de alta energía que choca con el gas de hidrógeno interestelar. Los filamentos de polvo oscuro que rodean M20 se originaron en las atmósferas de las estrellas gigantes frías y en los restos de las explosiones de supernovas. Aún se está investigando qué estrellas brillantes iluminan la nebulosa de reflexión azul.
La luz de M20 que vemos hoy salió de allí hace tal vez 3.000 años, aunque la distancia exacta sigue siendo desconocida. La luz tarda unos 50 años en atravesar todo M20.