Al igual que el centro de tu ciudad favorita, las carreteras por las que vas al trabajo y algún sitio web auto-citado… la superficie de Ío está constantemente en construcción.
Esta luna de Júpiter sostiene el distintivo de ser el cuerpo del Sistema Solar más activo volcánicamente; su superficie con aspecto grotesco se forma y reforma continuamente por los flujos de lava.
Esta imagen compuesta de altísima resolución de Ío , generada usando datos de 1996 de la sonda espacial de la NASA Galileo, está centrada en la cara de Ío que siempre mira al lado contrario de Júpiter. Ha sido realzada para potenciar el brillo superficial de Ío y las variaciones de color, revelando características tan pequeñas como de 1,5 millas de diámetro.
La notable ausencia de cráteres de impacto sugiere que toda la superficie se cubre con nuevos depósitos volcánicos mucho más rápidamente que la creación de cráteres.
¿Qué dirige esta planta de producción volcánica?
Una probable fuente de energía es la marea gravitacional cambiante provocada por Júpiter y el resto de lunas galineanas mientras Ío orbita el masivo y gigante planeta gaseoso. Calentando el interior de Ío, el latir de las mareas podría generar la actividad volcánica sulfurosa.