La Vía Láctea con luminiscencia austral
Después de la puesta de Sol del 1 de septiembre, una luminiscencia rojiza excepcionalmente intensa inundó el paisaje nocturno del invierno...
El asterismo más conocido del firmamento del hemisferio norte planea encima de las Rocosas canadienses en este paisaje nocturno fotografiado la semana pasada en el Parque Nacional de Banff. Pero lo más notable es la sorprendente luminiscencia verdosa del firmamento nocturno que se puede ver a simple vista pero no en color. La escena se captó en dos exposiciones con una única cámara: una exposición siguiendo el curso de las estrellas y otra fija sobre un trípode. La emisión de la luminiscencia proviene sobre todo de átomos de oxígeno atmosférico a densidades extremadamente bajas. Esta luz misteriosa y difusa, habitualmente registrada en color para cámaras digitales sensibles, se ve aquí por oleadas. La luminiscencia se origina en una altitud similar a la de las auroras y se debe a la quimioluminiscencia, la producción de luz por excitación química y desintegración radiactiva. La radiación ultravioleta extrema del Sol durante el día proporciona la energía para la excitación química. A diferencia de las auroras que sólo se producen en latitudes elevadas, la luminiscencia del firmamento nocturno se puede observar en cualquier lugar del mundo.