Aurora sobre una falla en Islandia

Admira la belleza pero teme a la bestia. La belleza es la aurora, que aquí toma la forma de una gran espiral verde entre nubes vistosas, la Luna a un lado y las estrellas en el fondo. La bestia es la ola de partículas cargadas que crea la aurora pero que un día podría poner en peligro la civilización. Exactamente esta misma semana de 1859, a raíz de unas notables auroras vistas en todo el mundo, un polvo de partículas cargadas procedentes de una eyección de masa coronal asociada con una erupción solar impactó la magnetosfera de la Tierra con tanta fuerza que creó la fulguración de Carrington : el campo magnético de la Tierra se comprimió de forma tan violenta que en los hilos telegráficos se crearon unas corrientes tan grandes que muchos hilos centellearon y provocaron descargas a los operadores del telégrafo. Si hoy un evento de clase Carrington impactara la Tierra, el daño provocado a las redes eléctricas y electrónicas globales podría ser a una escala nunca experimentada. La aurora de la imagen fue fotografiada la semana pasada sobre el lago Thingvallavatn de Islandia, un lago que llena parcialmente una falla que divide las grandes placas tectónicas de Eurasia y América del Norte.