Rayos X en el Plano Galáctico

En Febrero de 2000, el Observatorio de Rayos X Chandra estuvo 27 horas apuntando al plano de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Su objetivo era un punto de la pequeña constelación del Escudo, dentro de la zona de exclusión de la Vía Láctea, donde el gas galáctico y las nubes de polvo bloquean la luz visible, lo que provoca una visión pobre con telescopios ópticos. Pero las penetrantes observaciones de rayos X atravesaron esa oscuridad y mostraron la Vía Láctea y el universo de fondo. La vista en rayos X está reconstruida arriba en color falso. Las galaxias activas distantes que emiten rayos X de alta energía aparecen como puntos azules, mientras que los puntos rojizos son fuentes de rayos X de energía más baja, probablemente estrellas dentro de la propia Vía Láctea. Es intrigante el resplandor azul difuso de rayos X de alta energía, diferenciado de las fuentes individuales de la imagen. Los astrónomos han debatido mucho sobre si esta emisión de rayos X aparentemente extendida de nuestro plano galáctico se debe a fuentes discretas o a gas caliente difuso. A la vez que estos resultados apuntan que el gas interestelar difuso, a una temperatura de decenas de millones de grados Celsius, es en efecto la respuesta, surgen otras preguntas. ¿Qué calienta el gas a estas increíbles temperaturas? ¿Porqué este gas energético permanece en el plano galáctico?