¡Bólido!

En ocasiones raras pero espectaculares, los bólidos, meteoros más brillantes que la más brillante de las estrellas, destellan a través de los cielos, produciendo sonidos audibles algunas veces y sobreviviendo ocasionalmente hasta chocar contra la superficie de la Tierra.

Arriba mostramos la traza de uno de estos bólidos, registrado el año pasado en enero en los cielos sobre Hannover, Alemania, mostrando cómo el deslumbrante meteoro gana en brillo con facilidad a las estrellas de la constelación de Orión (visible hacia la derecha). De hecho, durante ese breve momento Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, queda arrollada mientras la imagen del bólido la roza. Este dramático evento fue grabado mediante una técnica de observación con videocámara conocida como MOVIE.

El espacio interplanetario está lleno de meteoroides, «rocas» de decenas de metros de diámetro o menos. Al chocar con la atmósfera de la Tierra a grandes velocidades relativas, dejan estelas visibles conocidas como meteoros o, más poéticamente, «estrellas fugaces». Las estelas se crean cuando el intenso calor generado por la fricción los vaporiza. Los bólidos pueden causarlos meteoros que pesan unos pocos gramos que no sobreviven hasta llegar al suelo. Los restos de los más grandes, que llegan hasta el suelo tras atravesar este suplicio ardiente, se llaman meteoritos.

Aunque los bólidos son raros, se pueden ver meteoros en cualquier noche clara del año. Incluso fuera de los eventos de lluvias de meteoros regulares predichas, los observadores pacientes en lugares de cielos oscuros pueden ver varios por hora, ¡simplemente mirando hacia arriba! Debería informarse el avistamiento de bólidos.