Vía Láctea con luminiscencia austral
Una luminiscencia atmosférica excepcionalmente intensa inunda esta escena captada el pasado abril durante una noche de invierno chileno después de...
Después de la puesta de Sol del 1 de septiembre, una luminiscencia rojiza excepcionalmente intensa inundó el paisaje nocturno del invierno chileno. Por encima de un mar de nubes y flanqueando la Vía Láctea, la luminiscencia atmosférica parece ondular y fluir a través del horizonte del norte en ondas atmosféricas. Con origen en una altitud similar a las auroras, la luminiscencia atmosférica, en cambio, es causada por la quimioluminiscencia, es decir, la producción de luz por excitación química. Esta luminiscencia atmosférica rojiza, tomada normalmente por las cámaras digitales sensibles con un color verdoso, proviene de las moléculas OH y los átomos de oxígeno en densidades muy bajas. En los últimos años se ha hecho presente a menudo durante las noches del hemisferio sur. Esta noche se veía a simple vista, pero sin colores. En la parte superior está Antares y la Vía Láctea central, con la brillante estrella Arcturus a la izquierda. A caballo de la Vía Láctea y cerca del horizonte están Vega, Deneb y Altair, conocidas en las noches del norte como las estrellas del Triángulo de Verano.