Mientras escrutaba los cielos de la Francia del siglo XVIII en busca de cometas, el astrónomo Charles Messier registró diligentemente este objeto como número 27 en su lista de cosas que definitivamente no son cometas.
Entonces, ¿qué es?
Bien, los astrónomos del siglo XXI lo clasificarían como una nebulosa planetaria… pero tampoco es un planeta, incluso aunque parezca redonda y con aspecto de planeta en un telescopio pequeño.
A Messier 27 (M27) se la conoce ahora como un ejemplo excelente de nebulosa de emisión gaseosa creada al agotar una estrella de tipo sol el combustible nuclear de su núcleo.
La nebulosa se forma cuando las capas externas de la estrella son expulsadas al espacio.
El fulgor visible lo generan los átomos al ser excitados por la intensa pero invisible luz ultravioleta de la estrella moribunda.
Conocida por su nombre popular de nebulosa Dumbbell, esta hermosa nube de gas interestelar simétrica se encuentra a 1.200 años-luz de distancia en la constelación Vulpecula.
Esta preciosa imagen de M27 en color sintético se produjo durante las pruebas de uno de los Telescopios Muy Grandes (Very Large Telescope – VLT) del Observatorio Europeo del Sur.