Miranda es un mundo extraño que seguramente ha tenido un pasado muy tempestuoso. Miranda, que es el más interior de los grandes satélites de Urano, tiene casi 300 millas de diámetro y fue descubierto en 1948 por el astrónomo del planetario americano Gerard Kuiper. Este oscuro y lejano mundo, examinado muy de cerca por la nave Voyager 2 en 1986, resultó ser toda una sorpresa. Miranda presentaba una variedad única y desconcertante de terrenos, lo que hace que algunos hayan sugerido que puedo haberse fracturado hasta 5 veces durante su evolución. Además de la famosa «chevron», una zona brillante en el centro con forma de V, esta composición de imágenes en alta resolución de Miranda muestra abruptas yuxtaposiciones de precipicios y valles, cráteres viejos y superficies planas más jóvenes, así como cañones sombríos de hasta 12 millas de profundidad. El cráter más grande (bajo el centro de la imagen) es Alonso, de 15 millas de diámetro.