Las nubes oscuras de Aquila
La falla de Aquila, que es parte de una extensión oscura que divide el apretado plan de nuestra galaxia, la...
La Falla de Aquila, que forma parte de una extensión oscura que divide el plano abarrotado de nuestra Vía Láctea, se arquea a través de los cielos del planeta Tierra cerca de la brillante estrella Altair. En una silueta inquietante contra la débil luz estelar de la Vía Láctea, sus polvorientas nubes moleculares contienen probablemente materia prima para formar cientos de miles de estrellas y los astrónomos buscan en las oscuras nubes signos reveladores del nacimiento de estrellas. Este primer plano telescópico mira hacia la región a un complejo de nubes oscuras fragmentadas de Aquila identificado como LDN 673, que se extiende por un campo de visión ligeramente más amplio que la luna llena. En la escena, los indicios visibles de flujos energéticos asociados a estrellas jóvenes incluyen la pequeña nebulosidad de color rojo RNO 109, arriba y a la derecha del centro, y el objeto Herbig-Haro HH32, abajo. Estas nubes oscuras pueden parecer aterradoras, pero se estima que están a unos 600 años luz de distancia. A esa distancia, este campo de visión abarca unos 7 años-luz.