Desde la superficie de la Tierra, Neptuno suele verse como una mancha borrosa. El efecto enturbiador de la atmósfera de la Tierra imposibilita conseguir imágenes más claras. Sin embargo, empleando espejos que distorsionan la imagen del telescopio en consonancia con los cambios atmosféricos, este efecto se ve notablemente reducido. Muchos de los telescopios más grandes del mundo ya utilizan estos sistemas de «espejos de goma» u óptica adaptativa (AO) para obtener el máximo detalle que esos telescopios pueden ofrecernos. Hace poco, el telescopio de 10 metros Keck II de Hawaii fue equipado con esta mejora. La imagen de arriba de Neptuno en tres colores de infrarrojo demuestra la capacidad de esta nueva técnica – si la comparamos con una imagen de Neptuno hecha con el Keck II sin AO.