Parafraseando a Magritte, «Esto no es un meteorito».
Y tampoco es una fotografía de un meteorito, aunque fue tomada durante el máximo de las Perseidas, la lluvia de estrellas del fin de semana pasado.
Mientras contemplaba el cielo con unos amigos en un bonito camping al borde del mar en Treguennec , Francia, el astrónomo y traductor de las APOD Laurent Laveder se preparó para inmortalizar algunas brillantes Perseidas, con una cámara y un trípode.
Y, aunque las estrellas fugaces que pudo ver aquella noche no eran ni muy numerosas ni muy brillantes, sí consiguió capturar la brillante estela de un satélite de comunicaciones Iridium.
Su larga exposición comenzó después de que comenzara a verse el reflejo del satélite, de ahí que la imagen resultante parezca el rastro de un meteorito.
También, en esta tranquilo escenario con playa de arena y cielo estrellado, se reconoce fácilmente la famosa constelación del cielo boreal: la Osa Mayor .