Aunque los meteoros sí tienen colores, estos no se observan siempre a simple vista.
Bien, pues una película de color de alta velocidad captó esta estela similar al arcoiris, cuando un meteoro rasgaba el cielo matutino el 13 de Agosto sobre Sedona, Arizona, EEUU.
Formando parte de la lluvia de meteoros anual de las Perseidas, este pedazo de polvo procedente de la cola del cometa Swift-Tuttle penetró en la atmósfera de la Tierra a unos 200.000 kilómetros por hora.
La estela que dejó tras de sí brilló por un momento, ya que la fricción con la atmósfera vaporizó el grano de polvo e ionizó los átomos a lo largo de su recorrido.
El color verde inicial se cree que se debe al brillo del oxígeno en la atmósfera, a una altitud de unos 100 kilómetros, mientras que los átomos de sodio y otros componentes del grano de polvo cometario provocan las tonalidades anaranjadas.