El duendecillo y el árbol

El duendecillo y el árbol no podrían ser más diferentes. Para empezar, el duendecillo rojo es una forma inusual de rayo, mientras que el árbol es una planta común. El duende está lejos, en lo alto de la atmósfera terrestre, mientras que el árbol está cerca, a sólo un campo de fútbol. El duende es rápido: los electrones suben y bajan casi a la velocidad de la luz, mientras que el árbol es lento: la madera está anclada al suelo. El duendecillo es brillante: ilumina el cielo, mientras que el árbol es tenue: brilla principalmente por la luz reflejada. El duendecillo era fugaz: duraba sólo una pequeña fracción de segundo, mientras que el árbol es duradero: vive desde hace muchos años. Ambos, sin embargo, cuando se captan juntos, parecen extrañamente similares en esta imagen compuesta captada a principios de este mes en Francia mientras una tormenta eléctrica pasaba sobre las montañas de los Pirineos Atlánticos.