Robert H. Goddard, uno de los padres
fundadores de la cohetería moderna, nació en Worcester, Massachusetts, en 1882. A los 16 años
de edad Goddard leyó el clásico de ciencia ficción «La
Guerra de los Mundos»de H.G. Wells, y soñó con vuelos espaciales. Para 1926 había diseñado,
construido y volado el primer cohete de combustible
líquido del mundo.Lanzado un día como hoy
hace 75 añosdesde la granja de su tía Effie en Auburn, Massachusetts, el cohete apodado
«Nell» alcanzó una altitud de 12,5 metros (41 pies) en un vuelo que duró unos 2 ½ segundos.
Fotografiadoaquí, Goddard está de pie
al lado del cohete de 3 metros (10 pies) de altura, sosteniendo el soporte de lanzamiento. Para alcanzar un
vueloestable sin necesitar aletas, el pesado
motor está
localizadoen la parte superior, alimentado por líneas que salían desde los depósitos
de combustible llenos de oxígeno líquido y de gasolina, localizados en la parte inferior del cohete. Durante
su carrera, Goddard fue ridiculizado por la prensa por haber sugerido que los cohetes podrían volar hasta
la Luna, pero él continuó sus experimentos, apoyado en parte por el Institito
Smithsonianoy defendido por Charles Lindbergh.Ampliamente
reconocido como un experimentador talentoso y un genio de la ingeniería, sus cohetes
estaban muchos años adelantadosa su tiempo. A Goddard le fueron concedidas más de 200 patentes
de tecnología coheteril, la mayoría hasta después de su muerte en 1945. Un cohete de combustible
líquido construido sobre los principios desarrollados por Goddard llevó
seres humanos hasta la Luna en 1969.