45 días en el Sol
Del 11 de enero al 25 febrero de 2013, una cámara estenopeica plantada en un campo cerca de Budapest (Hungría)...
Hoy, 29 de febrero, es un día bisiesto, un evento relativamente raro. El año 46 aC, Julio César, que aparece aquí en una moneda acuñada por él mismo, creó un calendario que añadía un día bisiesto cada cuatro años. César lo hizo con el asesoramiento del astrónomo Alejandrino Sosígenes para compensar el hecho de que el año de la Tierra es un poco más de 365 días. En términos modernos, el tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta al Sol es ligeramente superior al tiempo que tarda en girar 365 veces (respecto al Sol, ahora sabemos que en realidad tarda 365.24219 rotaciones). Por lo tanto, si los años de calendario tuvieran 365 días diferirían del año real en 1 día cada 4 años, aproximadamente. A la larga, en el hemisferio norte en julio (llamado así a título póstumo por el mismo Julio César ) se produciría ¡durante el invierno! Con la adopción de un año bisiesto con un día adicional cada cuatro años, el año de calendario varía mucho menos. El calendario juliano se utilizó hasta el 1582, cuando el Papa Gregorio XIII afinó un poco más haciendo que los días de traspaso no se apliquen a los años terminados en «00», a menos que sean divisibles por 400. Este calendario gregoriano es el que usamos hoy en día.