Rayos de luna crepusculares sobre Dinamarca

Esta luna hizo una gran entrada. Normalmente, la salida de la Luna es tranquila y serena. La mayor compañera orbital de la Tierra, que tarda unos minutos en asomar por el horizonte, puede permanecer relativamente oculta hasta que se eleva en el cielo nocturno. Sin embargo, hace una semana, y a pesar de estar sólo medio iluminada por el Sol, esta luna creciente ofreció un espectáculo, al menos desde este lugar. La razón fue que, vista desde el fiordo Limfjord en Nykøbing Mors, Dinamarca, la luna salió por debajo de nubes dispersas cerca del horizonte. El resultado, capturado aquí en una sola exposición, fue que la luz de la luna se coló a través de los huecos en las nubes para crear lo que se llama rayos crepusculares. Estos rayos pueden abrirse en abanico de forma espectacular a través del cielo cuando comienzan cerca del horizonte, e incluso pueden parecer converger en el otro lado del cielo. Muy por detrás de nuestra Luna, las estrellas de nuestra Vía Láctea salpican el fondo, y la compañera orbital más grande de nuestra galaxia -la galaxia de Andrómeda– se puede encontrar en la parte superior izquierda.