Marte,
el planeta rojo nombrado por
el dios romano de la guerra, tiene dos lunas diminutas,
Fobos y
Deimos,
cuyos nombres se derivan de las palabras griegas para Miedo y Pánico.
Estas lunas
marcianas bien podrían ser
asteroides
originados en el cinturón principal de asteroides entre Marte
y Júpiter, o quizás de todavía más
lejanos alcances del Sistema Solar.
En esta imagen del orbitador Viking 1, de 1978,
la luna más grande, Fobos, de hecho se ve como un
objeto con muchos cráteres, parecido a un asteroide.
De unas 17 millas (27 kilómetros) de lado a lado, Fobos pasa
como un rayo por el cielo marciano.
De hecho sale por encima del horizonte occidental de Marte y se pone al este,
y completa una órbita en menos de 8 horas.
Pero Fobos está condenado.
Fobos orbita tan cerca de Marte (unas 3 600 millas [5 800 km] por encima de la superficie,
comparado con las 250 000 millas [402 340 km] de
nuestra Luna), que las fuerzas de marea gravitacionales están halándolo para abajo.
En 100 millones de años o algo así, probablemente se estrellará en la superficie o se romperá por la tensión
causada por las implacables
fuerzas de marea, formando los restos un anillo alrededor de Marte.