Fernando de Magallanes y su tripulación tuvieron tiempo más que suficiente para estudiar los cielos del sur durante sus famosos viajes alrededor del mundo. Como resultado, dos difusos objetos en forma de nube, no visibles para los moradores del hemisferio norte, ahora son conocidos como Las Nubes de Magallanes.
Estas nubes de estrellas son pequeñas galaxias irregulares, satélites de nuestra gran
galaxia espiral Vía Láctea.
La Gran Nube de Magallanes (LMC, por sus más comunes siglas en inglés), fotografiada
arriba, sólo está a unos 180.000 años luz de distancia – la única galaxia más cercana conocida es la Enana de Sagitario.
Tanto la LMC como la Pequeña Nube de Magallanes (SMC, por sus siglas en inglés) están unidas a la Vía Láctea por una corriente de frío hidrógeno.
Un inusual efecto llamado lente gravitacional se ha detectado recientemente en unas cuantas estrellas de LMC, y tenemos la esperanza de que pueda darnos importante información acerca de la verdadera composición de nuestro universo.