El crepúsculo vespertino del pasado domingo se caracterizaba por una joven luna creciente en el horizonte occidental.
La jóven Luna también compartía cielo con el encantador cúmulo de estrellas de las Pléyades y el herrante planeta Mercurio .
Enmarcados por las nubes en esta tranquila vista celeste desde Selsey, en Reino Unido, la escena fue similar a lo largo de todo el globo.
Emergiendo del banco de nubes inferior a las Pléyades, el creciente lunar tímidamente iluminado por el Sol se encuentra sobre-expuesto.
Aun así, el ténue lado oscuro de la Luna es impresionantemente claro, iluminado por la luz terrestre.
El brillante y más interno planeta Mercurio yace cerca de la parte inferior del campo.
Mercurio permanecerá cerca de las Pléyades, bajo en el horizonte oeste después de la puesta solar durante los próximos días, una contínua conjunción del planeta y el cúmulo de estrellas que ofrecerán a los aficionados algunas excelentes vistas con prismáticos.