La galaxia no estaba en peligro. Por un lado, porque la galaxia Triangulum (M33), en la fotografía, es mucho mayor que el minúsculo grano de roca que hay al frente del meteoro. Por otra parte, la galaxia se encuentra mucho más lejos: en este caso, 3 millones de años luz, en lugar de los sólo 0,0003 segundos luz. Sin embargo, la trayectoria del meteorito le llevó angularmente por debajo de la galaxia. Además, el viento de la alta atmósfera de la Tierra proyectó las moléculas de la brillante evaporación del meteorito lejos de la galaxia. El astrofotógrafo tuvo mucha suerte en captar tanto el meteorito como la galaxia en una sola exposición; posteriormente añadir otras dos imágenes de M33 para poner de manifiesto los colores de la galaxia espiral. Al final, el meteorito desapareció en un segundo, pero la galaxia durará miles de millones de años.