Como un verdadero gigante complejo de nebulosas de emisión se presenta N44 que tiene un diámetro aproximado de 1.000 años luz.
Brilla en los cielos australes como habitante de nuestra galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes, a 170.000 años luz de distancia.
Los vientos y la intensa radiación de las luminosas, jóvenes y calientes estrellas en N44 excitan y esculpen los filamentos y los flujos del resplandeciente gas nebular.
Pero las supernovas, la explosión en la muerte de estrellas masivas de corta existencia, también han contribuido a las regiones de enormes formas explosivas.
El cúmulo de jóvenes estrellas cerca del centro yace en una superburbuja de casi 250 años luz de diámetro.
Esta detallada vista en falso color de la complicada estructura pone de manifiesto emisiones de hidrógeno, oxígeno y azufre en tonos azules y verdosos.