La explosión de una supernova, la desaparición espectacular e inevitable de una estrella masiva, expulsa al espacio restos enriquecidos con elementos pesados, creados en su núcleo estelar. Éstos, al incorporarse en los futuros planetas y estrellas, son los elementos realmente necesarios para la vida. Aquí vemos, en una imagen de rayos X en color falso, los restos de la supernova SNR 0103-72.6, una nube de escombros estelares en expansión situada en una galaxia vecina, la Pequeña Nube de Magallanes. A juzgar por el tamaño limitado del anillo exterior de gas caliente, unos 150 años luz, la luz de la supernova original alcanzó la Tierra hace unos 10.000 años. Gracias a la intensa búsqueda en estos laboratorios astronómicos y al estudio del ciclo de la síntesis y enriquecimiento de los elementos, se han identificado cientos de restos de supernovas, pero los datos de rayos X también nos indican que el gas caliente del centro de esta supernova en particular es muy rico en neón y oxígeno.