Quizás sea el lugar más seco de la Tierra, pero el agua todavía fluye en el desierto chileno de Atacama.
Tras descubrir este pequeño arroyo con agua fluyendo, el fotógrafo volvió al lugar para observar la Vía Láctea que se elevaba en el oscuro firmamento del sur, calculando el momento en que coincidirían la Vía Láctea y el agua que cae. La panorámica nocturna muestra las estrellas y las nebulosas inmersas en el resplandor de la Vía Láctea, así como las nubes Gran y Pequeña de Magallanes (sobre el horizonte de la derecha), las galaxias satélite de la Vía Láctea. La brillante estrella Beta Centauri está en la parte superior de la cascada; por encima está la extensa oscuridad de la nebulosa de Coalsack y las estrellas de la Cruz del Sur.